miércoles, 24 de junio de 2009

-Storm-

Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma, pero a mi, a mi la calma no me quiere. La tormenta, sin embargo, me es amena. ¿Quién necesita hoy la calma en un mundo tan aburrido? La tormenta me sacude, me arrastra, me lleva, me trae. Me empuja, me tira, me ahoga, me sofoca. Pero me hace mas fuerte, me hace invencible.

Uno aprende y crece con los años y las experiencias. La vida, la vida, la vida. Uno aprende lo que le hace bien, lo que le conviene, lo que lo mata, y lo que lo fortalece. Uno aprende a quien acercarse, y de quien aprovecharse. ¡Vamos, que todos nos hemos aprovechado alguna vez! La vida, la vida, la vida.

Vivir en una tormenta significa también enfrentaste a nuevos desafios. Significa estar preparado para lo que sea, donde sea, cuando sea. Significa estar atento, significa mostrar fuego.

Y cuando ya estamos vencidos, rendidos ante la agonía de una lucha que va y viene, que viene y va, es entonces que se me da por pensarte. Cuando ya no queda más,se me da por matarte. A veces quisiera gritar en búsqueda de libertad. Pero me frena, me frena tu miedo, tu malestar. Malestar ante tanta calma, normalidad ante el mundo, falta de aventura. Es entonces cuando te invito a formar parte de mi tormenta, la que tanto me sacude, la que tango me arrastra... la que me hace ser quien soy, la que me da fuerzas para seguir.